Investigan un abuso sexual múltiple en una fiesta con participantes de la Isla de las Tentaciones
En plena pandemia y contra toda ley establecida decenas de personas participaron el pasado 14 de febrero en una fiesta ilegal multitudinaria en un chalet del municipio madrileño de Colmenarejo. Allí además se podría haber comedido un abuso sexual múltiple a una joven.
Tras la denuncia de la chica, la Guardia Civil investiga los hechos, según ha confirmado una portavoz de la Comandancia de Madrid.
Así se habrían producido los hechos. El chalet en Colmenarejo fue alquilado para celebrar un evento sobre el mundo del motor. Se prometió que se cumplirían todas las normas de seguridad contra el coronavirus, pero no fue así. Llegaron a juntarse hasta medio centenar de personas.
El dueño de la vivienda vio que la fiesta se estaba yendo de las manos a través de las cámaras de seguridad y decidió llamar a la Guardia Civil. Los agentes comprobaron que la mayoría de los asistentes no llevaba mascarilla ni respetaba la distancia de seguridad, teniendo en cuenta que ninguno era conviviente, por lo que procedió a su desalojo sobre las 22:00 horas.
Fue día más tarde, según ha adelantado el diario El Mundo, cuando una de las jóvenes que acudió a la fiesta denunció que durante el evento fue drogada y coaccionada a mantener relaciones sexuales no consentidas con varios hombres.
En la fiesta había varias personas participantes en el programa televisivo ‘La Isla de las Tentaciones’, que no estarían entre los sospechosos.
La joven, que es estudiante de intercambio, conoció a los organizadores del evento en un local de la calle Arce de Madrid el sábado 13 de febrero. Posteriormente se trasladaron a la vivienda donde se celebró la fiesta ilegal, según han confirmado a Efe fuentes de la investigación.
La Guardia Civil ha tomado ya declaración a varios invitados a esa fiesta y visionado las cámaras de seguridad, aunque de momento investiga un delito de abusos sexuales de varias personas y no de agresión sexual. A día de hoy no hay detenidos. La investigación sigue su curso y las diligencias se han declarado secretas.
Habla el dueño del chalet
La vivienda, que es una villa y tiene siete camas y cuatro baños, se oferta en una plataforma de pisos turísticos por un precio de 848,30 dólares por noche, poco más de 700 euros. Ubicada en una urbanización privada, tiene 400 metros cuadrados y 2.500 metros cuadrados de jardín.
El dueño de la propiedad ha explicado a Efe que la villa fue alquilada los días 12 y 13 de febrero con la finalidad de realizar la venta de un coche de alta gama. Esta casa se alquila normalmente para el hospedaje de hasta 10 personas y para rodajes y publicidad.
La persona que alquiló la vivienda firmó un contrato para poder alojar ese número de individuos y fue avisado en todo momento de las limitaciones sanitarias y de que no se podía celebrar ninguna fiesta.
Sin embargo, el 13 de febrero, entre las diez y la once de la noche, el propietario comenzó a ver muchos coches aparcados a través de las cámaras de seguridad instaladas.
Por ello, habló con los guardias de la urbanización y de forma conjunta avisaron a la Guardia Civil para denunciar que se estaba celebrando una fiesta ilegal sin su consentimiento.